La tarde del lunes 22 de septiembre celebramos en el hemisferio sur el Equinoccio de Primavera, una época en la que el día y la noche tienen prácticamente la misma duración, y donde celebramos la renovación de la vida, pero también el equilibrio de las energías. Un tiempo que nos invita a reflexionar en torno a lo que hemos creado y renovar nuestras energías.
La palabra misma contiene varias claves que nos llevan a comprender el significado de un fenómeno astrológico tan potente como lo es el Equinoccio de Primavera. Derivado del latín aequinoctium, que significa “noche igual”, este 22 de septiembre marca un periodo donde el día y la noche tienen la misma duración en ambos hemisferios. Las energías se equilibran, se reconectan y en el Hemisferio Sur la vida renace lentamente, despidiendo el Invierno.
Tan grande es la energía que se mueve en los equinoccios, que en ambos hemisferios se celebran festividades asociadas a este fenómeno. Porque durante este fenómeno astral, el Sol cruza el ecuador en su trayectoria aparente hacia el norte, y al mediodía sus rayos son perpendiculares a la Tierra. De este modo, si colocamos un trozo de madera verticalmente sobre la Tierra, no habrá sombra.
Es por este fenómeno que la fundación internacional World Teacher Trust menciona que en los dos equinoccios, el espíritu y la materia se equilibran, un estado que en las escrituras se conoce como síntesis o estado de yoga. “El yogui consumado se mueve entre los mundos espiritual y material según sea necesario, puede transformar a seres de los reinos inferiores para que alcancen los superiores. También puede traer energías de los reinos superiores a la Tierra”, señala la agrupación en su sitio web.
Son justamente estos momentos de equilibrio entre el espíritu y la materia los mejores para recibir las energías del yoga. Estos momentos incluyen los equinoccios, los momentos correspondientes al amanecer y al atardecer, y las octavas fases de la Luna. Si ocurren simultáneamente, es posible alcanzar el plano búdico.
Eclipse solar parcial en Virgo
La primavera está asociada al renacimiento, la fertilidad y los nuevos comienzos. En astrología, el equinoccio coincide con la entrada del Sol en Libra, signo ligado al equilibrio y la armonía.
Durante el Equinoccio de Primavera, el eje de la Tierra está inclinado unos 23,5 grados, lo que genera las estaciones y hace que solo en los equinoccios los rayos del Sol caigan perpendiculares sobre el ecuador. Pero además este año el cambio de estación vino acompañado el 21 de septiembre por un eclipse solar parcial en Virgo.
Según la astróloga Astrid Uez en una entrevista dada a Diario El Clarín, en Argentina, este fenómeno se conecta con el eclipse solar anular que se produjo el 22 de septiembre de 2006, que también se trató de un eclipse solar anular en el último grado de Virgo. “Para imaginar qué viene ahora, conviene mirar hacia atrás, hacer un poco de historia y recordar qué acontecimientos discurrían por aquella época en nuestra existencia», señaló.
Ahora bien, en el caso de este eclipse en particular, estuvo cerca del Nodo Sur (a 17° del Sol), un punto que representa aprendizajes pasados que necesitamos soltar. “Es nuestra zona de confort, lo que ya traemos aprendido de otras vidas. Se le da un tinte negativo porque es lo que debemos dejar atrás, liberarnos”, explicó Uez. Si bien esto puede sentirse como una pérdida o una crisis, la paradoja es que al mismo tiempo la Luna nueva abre la puerta a nuevos comienzos. “Soltamos, liberamos, pero para hacer lugar a lo nuevo”, agregó.
En esta línea, el destacado astrónomo esotérico Phillip Lindsay señaló en su sitio web que el eclipse solar del 21 de septiembre se produjo en el último grado «anarético» o «grado del destino», lo que significa la culminación de un ciclo, asociada con la conclusión de un karma, la inevitabilidad y el fin de un proceso: “un período de intensa presión, crisis o la última oportunidad para resolver los problemas”.
Finalmente hablamos de un renacer. El momento en el que las energías se equilibran y nos invitan, en este lado del mundo, a abrir los ojos hacia la luz que se avecina. A salir del interior del Invierno para darle la bienvenida a días más soleados y el nacimiento de nuevas vidas.
Porque de acuerdo a lo que indicó Alice Bailey, cuando hablamos de la energía del Universo nos referimos a que todas las energías -zodiacales, del sistema y planetarias- tienen un efecto definido sobre la vida de las formas de todos los reinos de la naturaleza. Nosotros, los humanos, no podemos ser indiferencias a su influencia, porque según explica la esoterista y escritora inglesa, “ninguno puede eliminar a estas influencias irradiantes y magnéticas. La meta de la evolución de la humanidad es llegar a ser vital y conscientemente consciente de la naturaleza de dichas energías y empezar a conocerlas y utilizarlas”.
Les invitamos entonces a cerrar los ojos y recibir la nueva energía de este ciclo de renovación y equilibrio. ¡Bienvenida Primavera!
Fuentes:
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/equinoccio-primavera_19678
https://www.clarin.com/astrologia/eclipse-solar-virgo-septiembre-2025-aprovechar-fuerza-portal-energetico-abre-primavera_0_hQE1iiq8IS.html
https://esotericastrologer.org/newsletters/virgo-new-moon-solar-eclipse-2025-the-jewish-virgo-soul-and-israel-charlie-kirk-tyler-robinson/
Alice Bailey “Reflexionemos sobre esto”; 54. Energía en el Universo pag 104
https://www.worldteachertrust.org/pt-br/web/meditation/spring_equinox?s[]=primavera