Compartimos una reflexión sobre el nacimiento del lenguaje y su vínculo con los mantrams, entendidos como un canal para conectar con la sabiduría divina de la creación, presentada por el Dr. K. Parvathi Kumar, fundador de la Word Teacher Trust, una de las organizaciones de meditación y oración más reconocidas a nivel mundial.
por Equipo Mundo Nuevo
En su libro “Mantrams: Su trascendencia y práctica”, el Dr. K. Parvathi Kumar explica el nacimiento del lenguaje desde una perspectiva divina, proponiendo que el ser humano es un ser doble: el alma y su triplicidad constituyen el “Morador Interior”, mientras que la mente y su triple cuerpo representan su vehículo. Según esta visión, cuando la Persona Celestial descendió para habitar el cuerpo en carne y hueso, trajo consigo su habla celestial y la lengua correspondiente a esa manifestación. El sénzar, el sánscrito y otras lenguas transhimaláyicas forman parte de estas lenguas divinas, que reflejan la comunicación de lo trascendente con lo humano, preservando en su estructura y sonoridad vestigios de un contacto directo con lo absoluto.
Los primeros representantes de la humanidad llevaban consigo los sonidos-semilla, portadores de un potencial que abarcaba funciones creadoras, preservadoras, reproductoras e incluso destructoras —siendo estos últimos no meramente negativos, sino instrumentos para reconstruir y reorganizar. A partir de esos sonidos-semilla surgieron las sílabas y las letras, cada una con su sonido apropiado, desarrollando un entramado complejo en el que a cada elemento le correspondía un valor numérico, un color, una vibración y una nota musical, manifestando así la íntima relación entre lo sonoro, lo simbólico y lo energético en la experiencia humana.
A medida que la humanidad fue descendiendo más profundamente a la materia, con el paso del tiempo, fue perdiendo la lengua de los dioses (la lengua celestial) y desarrolló su propia lengua a partir de la lengua divina original, en consonancia con su degradación, su vibración y su cultura, pero también con su nivel de comprensión y consciencia. “La lengua degenera a medida que el ser humano degenera. Se volverá a encontrar la lengua pura cuando el ser humano comience a ascender de nuevo hacia el espíritu. El sonido relativo a las palabras y la mente utilizada para tales palabras son principios naturales y eternos de la Naturaleza”, señala el Dr. K. Parvathi Kumar.
Aunque la lengua humana se fue apartando gradualmente de su origen divino, aún conserva en el acto mismo de pronunciar vestigios de lo sagrado. En este sentido, el impulso de pronunciar, la respiración que lo sostiene y la voz que lo articula se revelan como los tres Vedas eternos, recordándonos que cada sonido humano es un hilo que conecta la experiencia cotidiana con los principios cósmicos que laten detrás de toda manifestación sonora.
Aunque estos tres Vedas eternos, vestigios de lo sagrado, que permanecen en cada sonido humano, la lengua ha seguido su propio camino a lo largo de la historia. Las lenguas actuales han sufrido distorsiones que reflejan un proceso en el que la humanidad permanece, en gran medida, inconsciente del origen profundo de su lengua y del potencial creativo que ésta encierra. Con el tiempo, se han tejido complejas teorías para afirmar la superioridad de una lengua sobre otra, olvidando que el verdadero valor del lenguaje no reside en la comparación externa, sino en la conexión interna que cada palabra establece con la esencia misma del ser. “La lengua ha de ser considerada como la personalidad de un pueblo o comunidad, mientras que el sonido-semilla, los mantrams y la lengua relativa a ellos, tienen que ser considerados como el alma. El sonido puede ser considerado como el espíritu”, afirma el Dr. Parvathi Kumar, recordándonos que detrás de cada expresión humana late un principio cósmico.
El apego a la lengua propia puede entonces ser comprendido como apego a la propia personalidad, una identificación que limita la apertura y la comprensión de lo universal. Sin embargo, los grupos de buena voluntad que surgen en distintos lugares del mundo comienzan a abrir sus ojos y sus mentes a la Verdad, dispuestos a reconocer el origen de la lengua y a captar el potencial de las lenguas más antiguas, gracias al trabajo dedicado hacia la Verdad de H. P. Blavatsky y Alice A. Bailey. Este despertar colectivo permite que los mantrams sean compartidos hoy con buscadores de la Verdad de todas partes, devolviendo a la conciencia humana las vibraciones originales del sonido y despertando la memoria del alma.
“Los mantrams y su manera apropiada de pronunciarlos le llevarán de nuevo al ser humano a encontrar la gloria de su palabra y de su lengua, y también su capacidad de volver a ser de nuevo un mago blanco. A menos que uno no se deshaga del orgullo de su propia lengua y del prejuicio contra las demás lenguas, no estará lo suficientemente preparado como para elevarse hasta los reinos del sonido, donde los mantrams desempeñan un papel crucial”, invita el Dr. K. Parvathi Kumar, recordando que la verdadera maestría del lenguaje no es sólo verbal, sino un arte de alineación con el principio universal del sonido, un camino que despierta la memoria de lo divino y conduce al ser hacia la plenitud de su expresión y conciencia.
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Fuentes:
Libro “Mantrams: Su trascendencia y práctica”, de Dr. K. Parvathi Kumar







